Páginas

MUTILACION GENITAL FEMENINA.

(B)
En el mundo 135 millones de mujeres han sido mutiladas arrebatándoles sus derechos fundamentales.

La Mutilación Genital Femenina (MGF), es considerada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como “una amplia variedad de prácticas que suponen la extirpación total o parcial de los genitales externos de la mujer (niña) o su alteración por motivos culturales u otras razones que no son de índole médica”.

Se considera que existen 135 millones de mujeres mutiladas a nivel mundial. Cada año, la cifra engrosa 3 millones más, o lo que viene a ser lo mismo, unas 6.000 niñas más al día.
La MGF se practica en aproximadamente 28 países, mayoritariamente ubicados en el continente africano. Existen diferentes tipologías que varían según la zona geográfica donde se practique. Aunque la edad suele ser común en todos ellos: niñas con edades comprendidas entre 4 y 14 años.

La realidad actual que se vive en las sociedades occidentales permite disfrutar de una gran diversidad de religiones, etnias y culturas procedentes de distintos puntos del mundo. Esa diversidad debe ser una puerta abierta al mundo y su reconocimiento un deber del Estado y de la sociedad. La creencia, sea cual fuera, debe contribuir a la dignificación del ser humano y a la humanización de sus relaciones con los demás.

Cuando ello no es así, el hecho religioso se puede transformar en algo irracional y repudiable. La fe, las costumbres y las tradiciones no lo justifican todo y mucho menos los atropellos a la dignidad y a la integridad física y mental de las personas.
La religión y la tradición pueden ser una forma de reconocimiento mutuo, un código compartido e identitario. En situaciones de sufrimiento, soledad y discriminación resultan un punto de apoyo fundamental.

El legítimo “derecho a la diferencia” no se puede ejercer violando los valores universales de los derechos humanos. La defensa irracional y extramada de las “identidades”, sean ellas religiosas, culturales o étnicas, tienen como consecuencia el refuerzo de los guetos, de la marginalización y del empobrecimiento del tejido social.

Cuando la práctica de actividades lesivas para el ser humano se revisten de lo “sagrado” la cuestión se vuelve cada vez más compleja y vidriosa. La influencia de los líderes religiosos que optan por esa vía es un verdadero contrapoder al Estado, llevando a que la ley sea subvertida en función de sus profundas creencias. Son los llamados “crímenes sagrados”.

En el caso de la MGF, se ha venido utilizando el Islam y los excesos de algunas corrientes islámicas, como coartada para seguir cometiendo esas violaciones de los Derechos Humanos, que una vez más, afectan a las mujeres.

No obstante, es importante volver a denunciar las frecuentes y, a menudo, interesadas confusiones entre la MGF e Islam. Dicha práctica no puede ampararse en la religión musulmana, pues el Corán nada dice de este asunto.
Aún así, hay quienes siguen argumentando que existen algunos “Hadiz” (palabras y acciones atribuidas al Profeta Muhammad –SWS-) que se refieren a ella.

Un Hadiz relatado por Umm ‘Atiyyah, dice: “Una mujer acostumbraba a practicar la circuncisión en Medina. El Profeta dijo: Cuando circuncides, no cortes severamente, ya que es mejor para una mujer y más deseable para un marido”. En las interpretaciones del Hadiz se dice que solo es cortado el prepucio (bazr) del clítoris, no el propio clítoris como algunos, por ignorancia afirman.

Este Hadiz como otros parecidos, es considerado de dudoso origen y por lo tanto, poco (o nada) fiable. Su simple práctica transgrede el derecho divino que reconoce a las mujeres una sexualidad amplia y saludable.
Subsiste el hecho de que de los 1.500 millones de personas musulmanas existentes en todo el mundo, apenas una quinta parte de ellos practica la MGF. Además, esta costumbre es también practicada por los cristianos coptos de Egipto, por los cristianos y judíos falasha de Etiopia, por los cristianos de Sudan y por varias tribus animistas. Se trata de una práctica milenaria, seguida por sectores musulmanes, judios y cristianos.
Es así, que incluso en la Europa medieval, algunas mujeres eran mutiladas para prevenir y curar el lesbianismo o los ataques epilépticos.

La mayor parte de las musulmanas y musulmanes en la actualidad, condenan abiertamente la práctica de la MGF, y niega la relación directa entre esta práctica y el Islam.
Pero, es conveniente añadir que algunos líderes islámicos no dudan en afirmar que la necesidad de llevar a cabo esta práctica procede de los textos coránicos.
Una delas creencias que se esgrime para argmentar la MGF se extrae de las palabras del yerno del Profeta Muhammad (SWS) diciendo: “Allah Todo Poderoso creó el deseo sexual en diez partes; dio nueve partes a la mujer y una al hombre…” De esta manera, interpretan que así refrenará sus impulsos sexuales. Sin duda alguna, una de las obsesiones del patriarcado
.
Como explicación a las dudas del papel del Islam en la MGF, se presenta a continuación, parte de la carta abierta que dirigió el Ulema Abdullah Al-Taher en el año 2004, al Jeque David Munir, Iman de la Mezquita de Lisboa:

Pregunta de Abdullah Al-Taher:

Finalmente, ¿cuál es su posición frente a la MGF, que tanta polémica ha levantado después de la publicación en el ‘Jornal Público’ del excelente Dossier de Sofia Branco? ¿Se trata o no de una práctica africana tribal, ancestral, criminal no islámica?¿Se trata de una práctica condenable y merecedora del más vivo repudio por parte de todos los musulmanes? ¿Cómo piensa invertir y corregir, denunciar de forma efectiva la práctica de la MGF por algunos fieles suyos, frecuentadores de la Mezquita de Lisboa? ¿Cómo piensa invertir los daños causados a la imagen del Islam en la opinión pública portuguesa? ¿Cómo juzga, a trave´s de la Mezquita, la práctica de la MGF en sectores de la Comunidad Islámica de Guinea Bissau?

Respuesta de David Munir:

En relación a la primera cuestión, sobre mi posición acerca de las prácticas a la MGF, le debo decir que no existe ninguna referencia sobre el asunto en el Corán o en los Hadith.
Es una costumbre ascentral practicada por algunos grupos étnicos africanos que, son hoy ciudadanos de países islámicos, habiendo sido esa práctica continuada, dándole erróneamente un cariz religioso, a semejanza de la circuncisión masculina que, es de hecho, un precepto abrahámico, que fue adoptado por el islamismo.
A mi entender, como teólogo y como musulmán, esta práctica no se identifica con el Islam, ni tiene nada que ver con los principios islámicos, que son contrarios a cualquier tipo de Mutilación forzada del cuerpo humano, que, como creación divina, es sagrado.
En relación con determinadas afirmaciones hechas por cualquier ciudadano, sea o no miembro de la Comunidad, no legitiman la práctica”.
Así, existen diversas opiniones acerca de que el Islam debería unificar sus posturas respecto de la MGF, y hablar con una única voz denunciando esa atrocidad. Voces de respetados Ulemas (principalmente hombres teólogos islámicos) exigen urgentemente, trazar una línea divisoria entre verdaderas y falsas creencias musulmanas.

Autora: M. Laure Rodríguez Quiroga, presidenta de la Unión de Mujeres Musulmanas de España y Directora de la Consultora Social e Intercultural Torre de Babel.

No hay comentarios:

Publicar un comentario