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CIENCIAS OCULTAS: EL HERMETISMO. EL SANTUARIO DE LA VIDA. UN PEQUEÑO CUENTO. Erase una vez, en un lugar de cuyo nombre no se debe hablar………./2


Por Bicho


Esa noche me desperté con una sensación expectante, contento, repasando una y otra vez el sueño que acababa de tener y del cual me acordaba perfectamente, una y otra vez;  ¿cuál sería su significado?, había visto escabullirse a las sombras hasta desaparecer, cuando llegué a la puerta de mi casa familiar. Tras abrir la puerta, entré, estaba solo, hacia tiempo que había tenido una discusión con mis padres y estos se habían marchado de casa, ¡de su casa!; deje el recuerdo atrás y pasé hasta la cocina; al poco empezaron a aparecer unos cuantos amigos y hermanos, que fueron pasando y acomodándose en mi habitación; estaban un poco apáticos o quizás demasiado relajados, así que me acerque a la nevera y cogí algunas pocas cosas que había en ella, para dárselas.

Volví hacia la nevera cuando oí voces en el pasillo, fui a mirar, allí estaban mis padres hablando con mis amigos y hermanos, enseñándoles unas fotos…….me volví para la paupérrima nevera preguntándome que harían ahí mis pródigos padres, cuando al abrir la puerta, aquello que hasta hace un momento era una nevera se había convertido en una especie de despensa semi-refrigerada…..estaba llena de luz….y de cosas, bebidas y comidas diversas.

Cogí varias cosas y las llevé a la habitación; al volver a la cocina a por más me encontré con mi padre, nos miramos sin mediar palabra; entonces él abrió la luminosa despensa, cogió varias cosas (que antes no estaban o no había visto) y me las dio para que las llevara a la habitación.


Volví a la cocina, ahora esta estaba llena de familiares que me echaban en cara la pelea con mi padre, sin saber o comprender mis razones, al punto de que enfadado le eché a uno de casa en un ataque de indignación, para y según abría de nuevo la despensa y me agachaba para recoger más viandas, llamarle y decirle que no se marchara; así lo hizo, se quedó.  Tras esto último, mi padre se acercó, abrió la despensa y cogió primero unas cosas para que se las diera a una persona en concreto de las que estaban en mi habitación; luego me miró, de reojo y sonrió, cogió un pequeño paquete escondido en el interior en una especie de jarrón y se fue a la mesa a partirlo en partes. No estaba muy diestro en ese momento, así que fui a donde estaba él y me dispuse a ayudarlo. El ambiente empezó a mejorar….la casa estaba llena de familiares, amigos y hermanos.



¿Qué podía significar, que interpretación podía dar?, esa mañana volví al templo; el saludo al guarda fue luminoso, a la primera; entré y ocupé mi puesto. De nuevo y tal y como había visto la última vez, la Luz se expandió tras decretar nuestra esencia; en la medida que la Luz llegaba hasta los confines del espacio……y comprendí.



Mi casa familiar, era mi casa de vida, el universo que Yo soy; mis padres, la esencia creadora de mi propia consciencia y casa, de cuya inagotable sustancia extraigo todas las cosas necesarias espirituales y materiales que alimentan a mis amigos y hermanos ¿y quien mejores amigos en este mundo interior que mis propios deseos y aspiraciones? ¿Qué mejores hermanos que aquellas partes de la personalidad que me son totalmente armónicas?; y en cuanto a los familiares, aquellas leyes, principios universales y niveles de consciencia que conforman cuanto soy y por quien se mantiene toda mi estructura en todos los planos.



Salí de nuevo a la calle, ahora estaba completo, ahora me podía reconocer, cuanto soy,  en todo y en cuantos me rodean, como la expresión viviente de mi ser…..y entendí lo que significa servir….con amor.



En L.V.X.
Bicho

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