ByOskarele
Pero, antes de seguir, una preguntica ¿Para que querían estos minerales, especialmente, el oro, los extraterrestres Nefilim? Igual es que no tenían en su planeta y por eso dediden colonizar el nuestro.
Tradicionalmente dividimos las fases de la evolución cultural humana en Edad de piedra, edad del bronce y edad del hierro. Pero, curiosamente, en la antigüedad, el poeta griego Hesiodo, hizo una lista con cinco edades: dorada, plata, bronce, heroica y del hierro. Además, en el folklore y en los mitos abunda la idea de una antigua Edad de Oro, asociada a una época mitica en la que los dioses andaban por la Tierra.
Pero ¿Por qué el oro? El oro, la plata y el cobre son elementos del mismo grupo. Están en la misma familia en la tabla periódica, por número y peso atómico; tienen propiedades cristalográficas, químicas y físicas similares -todos son suaves, maleables y dúctiles. De todos los elementos conocidos, éstos son los mejores conductores del calor y la electricidad. Pero de los tres, el oro es el mas duradero. Además es el mas útil y eficaz empleado como conductor en microelectrónica y circuitos. ¿Seria este el motivo por el que buscaban los dioses oro con tanto ahinco?
Los dioses de Sumer, y los de casi todos lados, exigían que se les sirvieran los alimentos en bandejas de oro, el agua y el vino en vasos de oro, y que se les vistiera con vestidos dorados. El oro, al que podemos llamar metal regio, era, de hecho, el metal de los dioses. Así, para Sitchin, el capricho del ser humano por el oro desde tiempos inmemoriales se debe a la gran necesidad que tenían de este los Nefilim, que, según parece, vinieron a nuestro planeta en busca del preciado metal, además de otros imporantes, como el platino o los elementos radiactivos, como el uranio o el cobalto (el coltan), “piedras azules que hacen enfermar” del Apsu, según mencionan algunos textos.
Así Sitchin plantea, sin lugar a dudas, que el motivo por el que estas inteligencias extraterrestres vinieron a la Tierra fue para extraer oro y otros metales que necesitaban y que, lógicamente, escaseaban en su mundo.
Claro que, si esto fue así, tuvieron que movilizar a numerosos currantes para que extrajesen el oro y los demás metales de las profundidades de la tierra. Y efectivamente, de esto se encargaron los Anunnaki, los dioses menores, los dioses de base. En «La Epopeya de la Creación» se dice que fue Marduk el que les asignó a los Anunnaki sus tareas. (Podemos suponer, sin riesgo a equivocarnos, que en el original sumerio se cita a Enlil como al dios que comandó a estos astronautas.)
“Asignados a Anu, para seguir sus instrucciones, trescientos en los cielos estacionó como guardia; los caminos de la Tierra para definir desde el Cielo; y sobre la Tierra, a seiscientos hizo residir. Después de ordenarles a todos sus instrucciones, a los Anunnaki del Cielo y de la Tierra él les asignó sus tareas.”
Así trescientos de ellos quedaron en orbita alrededor de la Tierra. Eran los IGIGI, los vigilantes, con los que los hombres no tuvieron demasiado contacto, al encontrarse allí en lo alto… mientras que los otros, los 600 que bajaron si fueron honrados y conocidos por la humanidad.
Seiscientos currantes no parecen muchos para montar una compleja red de extracción, manipulación y transformación del metal. Claro que esta gente, según Sitchin, debía de contar con una tecnología del copón, gracias, sobretodo, al genio inventor y creador de ENKI, su jefe y líder. Pero aun así, aun con medios adecuados el trabajo tenia que ser duro. Y las condiciones parece ser que no eran demasiado buenas: Ishtar, cuando bajó al Apsu, comentó que los atareados Anunnaki comían sus alimentos mezclados con barro y bebían agua enfangada.
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