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CARL SAGAN. EL MUNDO Y SUS DEMONIOS.

(B)

“A veces sueño que hablo con mis padres y, de pronto, inmerso todavía en el funcionamiento del sueño, se apodera de mi la abrumadora constatación de que en realidad no murieron, que todo ha sido una especie de error horrible. En fin, están aquí, sanos y salvos, mi padre contando chistes malos, mi madre aconsejándome con total seriedad que me ponga la bufanda porque hace mucho frío. Cuando me despierto emprendo un breve proceso de lamentación. Sencillamente, algo dentro de mí se afana por creer en la vida después de la muerte. Y no tiene el más mínimo interés en saber si hay alguna prueba contundente de que exista.
Así pues, no me río de la mujer que visita la tumba de su marido y habla con él de vez en cuando, quizá en el aniversario de su muerte. No es difícil entender. Y, si tengo dificultades con el estado Ontológico de la persona con quien habla, no importa. No se trata de eso. Se trata de que los humanos se comportan como humanos. Más de un tercio de los alumnos de Estados Unidos cree que ha establecido contacto a algún nivel con los muertos. Los números parecen haber aumentado en un quince por ciento entre 1977 y 1988. Un cuarto de los norteamericanos cree en la reencarnación.
Pero eso no significa que estén dispuestos a aceptar la pretensiones de un "médium" que declara comunicarse con los espíritus de los seres queridos difuntos, cuando soy consciente de que en esta practica abunda el fraude. Sé hasta que punto deseo creer que mis padres han abandonado la envoltura de sus cuerpos, como los insectos o serpientes que mudan, y han ido a otro sitio. Entiendo que esos sentimientos pueden hacerme presa fácil de un timo poco elaborado; como también a personas formales poco familiarizadas con su inconsciente o aquellas que sufren un trastorno psiquiátrico disociativo. De mala gana recurro a mis reservas de escepticismo“…

El mundo y sus demonios, es un libro de Carl Sagan publicado en 1997 que intenta explicar el método científico al ciudadano corriente, y anima a los lectores a utilizar el pensamiento crítico o escéptico. Explica métodos que ayudan a distinguir entre ideas que son consideradas ciencia válida e ideas consideradas pseudociencia; según él indica, cuando una nueva idea se plantea, ésta debe ser sometida a consideración para ser probada mediante un medio riguroso. El pensamiento escéptico da medios para construir entender y razonar para reconocer ideas válidas o erróneas hasta donde la verificación sea posible.

El libro es una reflexión contra la pseudociencia, y una defensa de la ciencia. También contiene elementos de crítica contra el sistema educativo estadounidense.

Sagan presenta un conjunto de herramientas "Kit del escéptico" para reconocer ideas engañosas o fraudulentas, tales como la confirmación independiente, la cuantificación y la Navaja de Occam y determina los errores más comunes de la falsa argumentación.

A través de estas y otras herramientas y la ventaja de la mente crítica y la naturaleza autocrítica de la Ciencia se puede determinar la falta de validez de la superstición, fraude, pseudociencia, ejemplarizados en brujas, dioses, objetos voladores no identificados, percepción extrasensorial, y curación milagrosa.

Sagan se crió en Brooklyn, Ciudad de Nueva York, en el seno de una familia de tradición judía y origen ruso. Carl recibió su nombre en honor a su abuela, Chaiya Clara, "la madre que nunca conoció", en palabras del propio Sagan.

Sagan se graduó en la Rahway High School en New Jersey en 1951. Estudió en la Universidad de Chicago, en la que se graduó como Licenciado en Artes con honores generales y especiales y como Licenciado en Ciencias, y donde obtuvo una Maestría en Física, antes de acceder al Doctorado en astronomía y astrofísica.

Sagan se consideraba agnóstico.
También era un conocido escéptico con un fuerte posicionamiento en contra de las pseudociencias y las religiones en general.

Visionario de personalidad emblemática y de fuerte carisma, intentó toda su vida acercar la ciencia, mostrándola como una manera de pensar y descubrir el mundo: desde las partículas elementales, constituyentes últimos de la materia, a los organismos vivos, la comunidad de seres humanos en una integridad global y el Universo contemplado en toda su magnitud.
Fue conocido por el público por la serie para la televisión de Cosmos: Un viaje personal, presentada por él mismo y escrita junto con su tercera y última esposa, la científica Ann .

Fue titular de la cátedra de astronomía y ciencias del espacio de la Universidad Cornell en Estados Unidos.

En reconocimiento a su labor científica y de divulgación se le otorgaron numerosos premios por sus aportaciones al pensamiento humano. Entre ellos la medalla de la NASA en dos ocasiones y el galardón más importante de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos, la medalla al mérito público.
Sagan fue cofundador y promotor de numerosos proyectos dentro del ámbito de las ciencias planetarias.
Cofundó la revista Icarus destinada a estudios del Sistema Solar de la cual fue Editor en jefe durante 12 años. Impulsó la creación y fue presidente de la División de Ciencias Planetarias de la Asociación Astronómica Americana. También fue cofundador de La Sociedad Planetaria, una sociedad dedicada a la investigación en las siguientes áreas: búsqueda de vida extraterrestre por medio de ondas de radio, identificación y estudio de asteroides cercanos a la Tierra y exploración de Marte por medio de robots. Sagan fue también miembro del Instituto SETI y del Comité de Investigación Científica de las Pretensiones Paranormales.

Murió a los 62 años víctima de una neumonía, consecuencia de la complicación de la enfermedad mielodisplasia, una anomalía en el desarrollo de las células sanguíneas que frecuentemente desemboca en leucemia, la que le afectó durante sus dos últimos años de vida.
Antes de morir, en su artículo El valle de las sombras, publicado en la revista Parade el 10 de marzo de 1996, dejó la siguiente reflexión que reflejan su personalidad y convicción:

“Seis veces hasta hoy he visto la Muerte cara a cara, y otras tantas ella ha desviado la mirada y me ha dejado pasar. Algún día, por supuesto, la Muerte me reclamará, tal como hace con todos nosotros. Es sólo una cuestión de cuándo y cómo.
He aprendido mucho sobre nuestros encuentros, especialmente sobre la belleza y dulce patetismo de la Vida, sobre el valor inapreciable de amigos y familia, sobre el poder de transformación del amor.
Me encantaría creer que cuando muera viviré de nuevo, que alguna parte de mis pensamientos, sentimientos o recuerdos continuarán. Pero a pesar de lo que me gustaría creerlo, y de las antiguas tradiciones culturales a lo largo de todo el mundo que aseguran la vida tras la vida, no sé de nada que me sugiera que esto es algo más que una forma de pensar optimista.
Quiero envejecer con mi mujer, Annie, a la cual adoro. Quiero ver a mis jóvenes hijos crecer y quiero jugar un papel en su desarrollo personal e intelectual. Quiero conocer a mis nietos aún no concebidos. Hay problemas científicos, de cuyos descubrimientos querría ser testigo, como la exploración de muchos de los mundos de nuestro Sistema Solar y la búsqueda de vida exterior.
Quiero aprender cómo funcionan las mayores cuestiones en la historia de la Humanidad, preocupantes o esperanzadoras: los peligros y promesas de la tecnología; la emancipación de la mujer; el crecimiento y ascendencia económica y tecnológica de China; los vuelos interestelares.
Si hubiera vida tras la muerte, no importaría morir, satisfaría la mayoría de esas profundas curiosidades. Pero si la muerte no es más que el fin, el sueño sin sueños, esto no sería más que un desesperado anhelo. Quizás esta perspectiva me de una pequeña motivación extra para permanecer vivo.
El mundo es tan exquisito, con tanto amor, que no hay razón para engañarnos con bonitas historias para las cuales hay bien pocas evidencias. Es mucho mejor, me parece a mí, que en nuestra vulnerabilidad, miremos a la Muerte a la cara y seamos agradecidos cada día por la breve pero magnífica oportunidad que la vida nos ofrece”.

Les sugiero que vean el video. Contiene un buen mensaje.

Fuentes:
http://es.wikipedia.org/wiki/El_mundo_y_​sus_demonios
http://es.wikipedia.org/wiki/Carl_Sagan
http://www.santaparanoia.com/biografia-d​e-carl-sagan/
http://www.youtube.com/watch?v=Gh6ulPNrG​dk

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